los jovenes y el alcohol
"Pequeños borrachos (29/09/04)
Las verdades no lo son hasta que sale una estadística o un gráfico, que van ocupando en los periódicos el espacio de la letra con sus matices y sus aclaraciones. La última es que un 27 por ciento de los jóvenes entre 14 y 18 años se emborrachó el mes anterior, y la conversión de estas cifras a conversación es que los jóvenes se emborrachan.
La realidad es que son muy distintos los de 14 y los de 18, tampoco dicen cual es el grado de borrachera y la frecuencia y que, ay, los mayores se emborrachan mucho más, y no sólo los conductores de automóvil, perseguidos por un alcoholímetro que podría también instalarse a la puerta del Congreso, de los quirófanos y a la entrada del trabajo de pilotos y controladores aéreos; y hasta a la de la Conferencia Episcopal. La bebida está anunciada, sale en todas las películas, la estimulan los mayores y está tolerada, además de generar soberanos impuestos al estado, para que sólo se emborrachen y fumen los ricos. En todo caso, el desprestigio global de la juventud es injusto: solo parece que adelantan la edad de ser mayores."
Mágnifico Eduardo Haro Teglen en este árticulo en El Pais del 29/09/04
Las verdades no lo son hasta que sale una estadística o un gráfico, que van ocupando en los periódicos el espacio de la letra con sus matices y sus aclaraciones. La última es que un 27 por ciento de los jóvenes entre 14 y 18 años se emborrachó el mes anterior, y la conversión de estas cifras a conversación es que los jóvenes se emborrachan.
La realidad es que son muy distintos los de 14 y los de 18, tampoco dicen cual es el grado de borrachera y la frecuencia y que, ay, los mayores se emborrachan mucho más, y no sólo los conductores de automóvil, perseguidos por un alcoholímetro que podría también instalarse a la puerta del Congreso, de los quirófanos y a la entrada del trabajo de pilotos y controladores aéreos; y hasta a la de la Conferencia Episcopal. La bebida está anunciada, sale en todas las películas, la estimulan los mayores y está tolerada, además de generar soberanos impuestos al estado, para que sólo se emborrachen y fumen los ricos. En todo caso, el desprestigio global de la juventud es injusto: solo parece que adelantan la edad de ser mayores."
Mágnifico Eduardo Haro Teglen en este árticulo en El Pais del 29/09/04
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